Balance de los cuestionarios
- Laura Bella
- 12 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 13 oct 2020
Una vez finalizadas todas las unidades he comparado los dos cuestionarios y, a pesar de ya llevar la mochila cargada de mucho trabajo interpersonal, he obtenido un mayor grado de percepción acerca de mis habilidades y de la importancia que tiene su desarrollo en ese ámbito tan importante como es la escuela. Y esto no significa que no lo supiese con anterioridad, sino que soy más consciente de mi labor como docente desarrollarlas en el aula y potenciar su desarrollo a lo largo de la vida.
De las unidades que hemos visto, una de las que más me han sorprendido ha sido la de la escucha activa. Yo, que me había puesto la chapa de "la mejor escuchante" resulta que todavía he de revisar ciertos puntos en las conversaciones.
En cuanto a la adpatabilidad, sabía que tenía un largo camino por recorrer, pero este curso me ha puesto las pilas para no dejar pasar esa habilidad si pretendo trabajarla con los demás. Seguiré trabajando, sin duda.

Centrando mi atención en el optimismo, el cuestionario me muestra que la evolución ha sido muy positiva. Uno de los motivos a los que podría atribuir este cambio es el ejemplo de los cazadores de tesoros y los recolectores de basura. Me hizo reflexionar qué diferentes pueden ser nuestras vivencias o más bien, cómo las podemos interpretar, dependiendo de los aspectos en los que centramos nuestra atención. Teniendo en cuenta el tiempo que nuestro alumnado pasa en las instituciones educativas no podemos pasar por alto el desarrollo de este rasgo en las aulas.
Habilidades para la vida ¡qué paradójico! tan presentes y necesarias en nuestro camino vital y, sin embargo, tan poco conscientes de la importancia de su trabajo. La gran asignatura pendiente en la escuela y en la vida.
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