Aprendizaje online desde el otro lado de la pantalla

La experiencia que quiero compartir respecto a los cambios de modalidad de docencia es como alumna. En la actualidad me encuentro cursando las últimas asignaturas del grado Magisterio de Primaria. Estos cambios han supuesto reorganizar algunas asignaturas, eliminar pruebas escritas, y sobre todo, adaptarnos al cambio que ha supuesto trabajar de manera no presencial la parte práctica de muchos contenidos.

A pesar de encontrarme en un contexto en el que el mucho del trabajo que realizamos lo hacemos a través de documentos en línea, facilitando así el trabajo desde casa, considero que en algunos casos no he percibido comprensión ni empatía por parte de los docentes. Ha sido una situación inesperada que ha requerido adaptarnos a las herramientas que disponíamos con la celeridad de que el curso debía continuar, pero considero que no debemos perdernos en el academicismo y olvidar que detrás de cada trabajo hay una persona viviendo una situación para la que tampoco estaba preparada.

En alguna cuenta educativa he podido ver la escena de Titanic en la que los músicos siguen tocando mientras el barco se hunde, comparando esos músicos a las y los docentes en estos tiempos, y es en este tipo de situaciones en las que me pregunto si la escuela sigue estando al margen de la vida de los alumnos y alumnas, descontextualizada y centrada en sus estándares, criterios y demás.

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